Estadio Sánchez Cánovas

FICHA TÉCNICA

Inauguración: 1975                                                                             
Capacidad: 4.000 espectadores                                                             
Superficie: Césped Artificial

La ascensión de Joaquín Sánchez Rex a la presidencia del Molinense durante el verano de 1973 marcó un hito en la historia del fútbol local. Sánchez Rex revitalizó el interés de los aficionados por el deporte, conformando un equipo que logró un récord aún vigente en el ámbito regional. Además, bajo su liderazgo, la ciudad se benefició de unas instalaciones deportivas de primera categoría, estableciendo un nuevo estándar en el área. Su legado más destacado para Molina de Segura es el estadio “Joaquín Sánchez Cánovas”, nombrado en honor a su padre como muestra de reconocimiento y gratitud.

El plan trazado por Sánchez Rex era sumamente ambicioso, ya que no solo contemplaba la creación de un campo de fútbol con césped, diseñado con sistemas avanzados de drenaje y riego automático por los ingenieros Victor Bhertori y José María Gómez Aparici, sino que también incluía la construcción de instalaciones adicionales aprovechando el amplio terreno adquirido. Entre estas instalaciones figuraban una piscina, pistas polideportivas e incluso una pista de ciclismo alrededor del campo de juego. El diseño original del estadio contemplaba un graderío de 100 metros de longitud con 10 escalones para alojar a los espectadores en diferentes niveles, con una capacidad inicialmente estimada en 5.000 personas y la posibilidad de ampliarse según la demanda. El costo total del proyecto, excluyendo el valor del terreno cedido por Sánchez Rex al Molinense, se proyectaba entre cinco y seis millones de pesetas.

En el verano de 1975, se materializó la construcción del nuevo campo de fútbol, que recibió el nombre de Joaquín Sánchez Cánovas en honor al padre del presidente Sánchez Rex, una figura destacada en Molina de Segura por su anterior cargo como alcalde. Aunque inicialmente se había planeado un partido amistoso entre el Real Murcia y el Molinense para la inauguración, este evento no pudo concretarse debido a conflictos de programación del equipo pimentonero. Ante esta situación, la Junta Directiva del Molinense optó por no buscar otro equipo relevante y decidió que la apertura del campo coincidiera con el debut del equipo en la Regional Preferente.

El 7 de septiembre de 1975 tuvo lugar el partido inaugural entre el Molinense y el Almansa, que finalizó con un empate a un gol. La formación histórica del Molinense incluyó a jugadores como Paquito, Ordoñez, Faura, Peter, Garriga, Beltrán, Pascual, Millán, Mendiolea, Canós y Gongui. Por su parte, el Almansa alineó a Serradell, Fede, Rojas, Pedro, Doménech, Badiola, Félix, Martínez, Coli, Mariano y García. El encuentro fue arbitrado por Martínez López de Alicante, y el estadio registró una notable asistencia.

A pesar de las oportunidades generadas por el Molinense en la primera mitad, el marcador permaneció igualado hasta que Fede, del Almansa, anotó el primer gol del estadio Sánchez Cánovas desde el punto de penalti, tras una mano de Garriga. La respuesta del equipo local llegó con un tanto de Mendiolea, exjugador del Real Murcia, quien cabeceó un centro de Beltrán.

Tras revitalizar el interés por el fútbol en Molina de Segura, Joaquín Sánchez Rex dejó la presidencia del club para dedicarse a su función como directivo del Real Murcia. Sin embargo, su legado perdura en las instalaciones deportivas que aún continúan siendo el hogar de los partidos del Club Deportivo Molinense. Además, durante un período, el estadio Sánchez Cánovas fue utilizado por el Ciudad de Murcia para sus encuentros como local en Segunda División B.